Nuestra Señora del Rosario y Gracias puede afirmarse que se encuentra dentro del ámbito de imágenes clásicas de un purismo no siempre prodigado obra también reducida como el Santísimo Cristo de la Yedra pero de encantadora policromía que cautiva en su pequeñez influyendo en el devoto e inclinándole a su marianismo objetivo no siempre conseguido por el artista que la labra. Es de trazos sencillos imagen de vestir del más puro estilo como decíamos que inclina al fervoroso devoto a su espíritu santificador y salvífico consiguiendo hechizar con su bondad. Todo un compendio de promesa salvadora.
Octubre de 1995.- Se establecen Cultos a Nuestra Señora del Rosario, saliendo por primera vez en Procesión por las calles del barrio.